Daddy S, Mommy A & Baby N durante su Sesión Familiar en el Viejo San Juan, Puerto Rico con Kimberly GB Photography
A principios del mes de marzo, viajé a la ciudad Nueva York para asistir a la boda de mi prima. Justo antes de salir de la isla, está mamá me contactó pues deseaba tomar fotos familiares durante su estadía en San Juan. Gracias a tener servicio de telefonía e internet aun cuando estoy de vacaciones fuera del país, nos permitió tener la consulta con esta mamita sobre sus fotos familiares.
Inicialmente ella deseaba tomar fotos en la playa cerca de su hotel. Sin embargo, tan pronto vio las fotografías hechas en el Viejo San Juan quedó enamorada y decidió cambiar sus planes. No la puedo juzgar! Los que me leen saben que es mi lugar favorito para fotos familiares.
Ella vio las rutas que tenemos para el Viejo San Juan pero deseaba que hubiesen más edificios coloridos en su ruta. Así que tan pronto llegamos a la isla, nos fuimos de paseo al Viejo San Juan porque a pesar de que la gran mayoría de mis fotos familiares las realizo en el mismo lugar, el deseo de esta mamá significaba un reto. Tenía que crear una ruta donde pudiera abarcar la mayor cantidad de edificios coloridos, donde se pudiera fotografiar sin que hubiese un flujo de autos continuo y que aun así estuvieran lo suficientemente cerca uno del otro para poder hacer la sesión en el tiempo establecido. Pero LO LOGRAMOS! Y debo decir que esta ruta me encantó tanto que decidí añadirla como una nueva opción para los clientes.
El propósito principal de esta sesión era celebrar el primer añito de este bebé. Me pareció súper cool la idea de que él pasara el día de su primer cumpleaños disfrutando las calles del Viejo San Juan. Y al parecer él sabía lo que estaba ocurriendo ya que se portó demasiado bien durante toda la sesión. Mamá me había comentado que al ser pequeño, quizás este bebito no duraría toda la sesión. Pero nos equivocamos jeje
Él disfrutó de principio a fin y estuvo contentísimo todo el tiempo! Tenían que verlo cuando vio las palomas. No paraba de mirarlas en ningún momento por lo que fue difícil captar su atención para que mirara a la cámara. Incluso, un hombre que vendía helados se paró justo al lado e hizo ruido con las campanas de su carrito de helado para intentar captar su atención. ¿Y saben qué? Esto tampoco funcionó! Así que tomamos muchas fotos de él interactuando con las palomas pero entre todas esas pudimos lograr algunas donde nos estuviera mirando fijamente.
El Viejo San Juan fue el lugar perfecto para esta sesión. Todos los colores de la ciudad hicieron resaltar los ojitos de este pequeñín. Además de la paleta monocromática que escogieron para su vestimenta.
Espero que regresen muy pronto a disfrutar de nuestra islita!